Hace unas semanas estuve en un centro comercial buscando radios. Me acerqué a varios stands preguntando precios y luego de ver varios modelos me decido por una radio que se veía muy bonita, así como el precio; luego, cuando la estamos probando me dice el vendedor: “tiene para cd y reproduce los originales y los piratas también, pero de la marca tal no, solo los demás piratas”. Yo lo miro callada y respondo: entonces no lee todos los cds y me repite que "sí", salvo tal marca; luego me interrumpe y me dice: “¿pero es para usted o para regalar?”, extrañada por el comentario y para saber a dónde se dirigía le dije que era para mí, a lo cual agregó: “entonces llévese esta otra marca, porque si es para regalo lleve ésta no más, le durará seis meses más o menos” y lo volvió a reafirmar. Hice que pruebe otra marca –la que supuestamente iba a ser mi nueva adquisición- y que me recite todas las bondades por las cuales debía comprarla. Y luego de escuchar atenta la información: no se la compré. No lo hice porque me decepcionó, sentí que me mentía en todo, pensé en él como el peor vendedor del país, el ser humano más indolente y tramposo que me habría podido encontrar ese día. Creo que hasta lo odié por lo que me hizo sentir. Me insultó y ni se dio cuenta. Fui a otro stand y la vendedora me informó las ventajas de una marca ante otra que yo solicitaba.

2 comentarios:
técnicas de malos vendedores... afortunadamente nada está perdido, hubo una buena vendedora y, mejor aún, un bonito final en tu crónica
demasiada honestidad aveces nos choca...
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