¿Para usted o para regalar?

Por comprar una radio
Hace unas semanas estuve en un centro comercial buscando radios. Me acerqué a varios stands preguntando precios y luego de ver varios modelos me decido por una radio que se veía muy bonita, así como el precio; luego, cuando la estamos probando me dice el vendedor: “tiene para cd y reproduce los originales y los piratas también, pero de la marca tal no, solo los demás piratas”. Yo lo miro callada y respondo: entonces no lee todos los cds y me repite que "sí", salvo tal marca; luego me interrumpe y me dice: “¿pero es para usted o para regalar?”, extrañada por el comentario y para saber a dónde se dirigía le dije que era para mí, a lo cual agregó: “entonces llévese esta otra marca, porque si es para regalo lleve ésta no más, le durará seis meses más o menos” y lo volvió a reafirmar. Hice que pruebe otra marca –la que supuestamente iba a ser mi nueva adquisición- y que me recite todas las bondades por las cuales debía comprarla. Y luego de escuchar atenta la información: no se la compré. No lo hice porque me decepcionó, sentí que me mentía en todo, pensé en él como el peor vendedor del país, el ser humano más indolente y tramposo que me habría podido encontrar ese día. Creo que hasta lo odié por lo que me hizo sentir. Me insultó y ni se dio cuenta. Fui a otro stand y la vendedora me informó las ventajas de una marca ante otra que yo solicitaba.
Esta señorita me resultó más sincera y con entusiasmo de vender ya que me detalló desde la pintura de la radio, la cobertura, las baterías, los complementos; así como la recomendación de porqué no comprar un modelo -por lo bonito que se ve, sobre otro no tan vistoso-. Describió la duración de ambos equipos sin devaluarlos y me demostró la garantía con la confianza de lo que me vendía. Compré la radio, pero me quedó ese malestar del primer vendedor que se saboteó y pretendió hacerme partícipe de ese pensamiento mezquino. Me hizo sentir muy mal. A las personas que amamos les hacemos presentes con la misma característica: de amor, independiente de la evaluación que un vendedor -impertinente- pretenda sugerir. Yo solo quería regalarle a mi madre una radio, y cuando se la di se puso muy feliz, como yo, ahora que estoy escuchándola con ella.


Comentarios

técnicas de malos vendedores... afortunadamente nada está perdido, hubo una buena vendedora y, mejor aún, un bonito final en tu crónica
kurandero romero ha dicho que…
demasiada honestidad aveces nos choca...

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